Cuando hablamos de fatiga en la esclerosis lo relacionamos siempre con la fatiga física, esa que aparece de repente y te aplasta, hace que cualquier movimiento por pequeño que sea se convierta en todo un esfuerzo. Pero hoy quiero hablaros de la fatiga mental también conocida por “brain fog” , la cual a mí personalmente me afecta muchísimo también.
Este fin de semana fue realmente duro, tenía que estar yo sola con los soletes la mayoría del día y la fatiga mental estaba desde que me levantaba hasta que me acostaba junto con una sensación de borrachera que lo hacía todo muchísimo más difícil. Os cuento:
Me levanto pensando en la hora de la siesta y voy animándome a mí misma! Venga! tranquila! vamos a recoger la cocina después del desayuno y después nos sentamos un ratito! y me sorprendo buscando el fairy en la nevera, a punto de guardar las galletas en el horno.. cosas así, a las que intentas no darle importancia y buscas la manera de reírte de ti misma. Venga! ahora nos sentamos 10 minutitos. Viene el solete pequeño y se tira encima mía! me da un abrazo “súper grande” como él dice y yo siento que cuanto más “grande” es el abrazo menos fuerzas me quedan. Así que los diez minutos de descanso se convierten en otra fuente de agotamiento.
Venga! ahora las camas! tranquila! vamos poco a poco! hago las camas y me siento en el sofá como si hubiera corrido una maratón!
Los soletes discuten y yo intento explicarles que tienen que escucharse el uno al otro y hablarse con tranquilidad pero decir esto es una aventura también! No me salen las palabras! Digo cualquier cosa menos lo que en realidad quiero decir! El solete mayor se da cuenta de que no sé ni lo que digo, me sonríe y me dice: Ay, mamá!! pero qué dices? y me da un abrazo! Y ese abrazo me da ganas de echarme a llorar pero consigo disimular y les digo que por favor necesito tranquilidad. Cualquier mínima tensión hace que la borrachera aumente y no puedo describir lo incómodo que eso es!
Bueno! ahora vamos a hacer la comida despacito, vale? Me dirijo a la cocina y empiezo a preparar el menú. La cocina me encanta y me relaja pero en estos momentos recordar si he puesto sal o si se me olvida algún ingrediente hace que tampoco sea capaz de disfrutarla.
Cinco minutos de sofá! ya tienes la comida lista! ya falta menos para la siesta! tranquila!!
Hora de la siesta! y a veces me quedo dormida cuando aún no he llegado a posar la cabeza sobre la almohada pero otras veces no soy capaz de dormir. Sí! toda la mañana esperando a que llegue este momento y después no soy capaz de dormir! Pues venga, mamaconesclerosis vamos a aprovechar para relajarnos.
El solete pequeño y yo nos levantamos de la siesta y preparamos meriendas!
y a las 5 y media ya estoy deseando meterme en la cama de nuevo! y así, la tarde pasa igual que la mañana hablándome a mí misma para intentar aguantar siempre un poquito más.
Y después de cenar qué hacemos?? Pues ver la peli de Buscando a Dory y ahí ya mi cerebro no sabe si estoy loca o me estoy riendo de él!
Como entiendo a ese pececillo! me identifico con ella! Sí, soy igualita a ella!!
Los soletes se van a la cama y cuando el solete pequeño está dormido viene el solete mayor y me pregunta: puedo estar un ratito contigo mamá?
Y después de todo lo que me ha ayudado estos dos días, aunque esté deseando dormir no puedo decirle que no! Así que nos abrazamos, le doy las gracias por su ayuda, charlamos unos minutos y nos dormimos los dos. Como me gusta su olor!
Por eso cuando me dicen: Pues yo te veo muy bien!! o, estás muy guapa!! a mí se me vienen a la cabeza estos momentos que no son visibles pero que me dejan por los suelos y pienso: si yo te contara….
Un abrazo gigante a todos!! Gracias por leerme como siempre! Haceis mucho por mí con ese gesto!!