Hola compis, últimamente me está costando encontrar tiempo para escribir en el blog. Cuando por fin puedo hacerlo, por la noche… ¡me quedo dormida! 😂
Entre la rutina del cole, los entrenamientos, meriendas, cenas, baños… ya sabéis de qué hablo. Todavía no me he acostumbrado. Además, con este calor que parece de agosto, mi cerebro se derrite. Necesito ya temperaturas otoñales.
Pero hoy quiero contaros algo que me pasó hace poco. Algo que me hizo apretar los dientes como hacía tiempo.
Los que habéis leído mi libro sabéis que, en uno de mis trabajos, tenía que ver a la familia de la bestia que me maltrató de forma habitual. Sí, esa persona.
Hace unos días salimos los cuatro a hacer un recado. Al terminar, mi marido nos dijo: “¡Os invito a un café!”. Fuimos a una cafetería a la que no íbamos desde hace meses.
Nos sentamos en la terraza, pedimos… y de repente…
¿Quién aparece como un fantasma?
La familia de la bestia.
Miguel me mira y me dice: “¡Qué puta suerte!”.
Y yo por dentro: Venga Coral, toca apretar los dientes…
Entraron al local y pensé: perfecto, siguen su camino.
Mi hijo mayor me dice:
— Mamá, esa gente no te cae bien, ¿verdad?
— No.
— Se te nota en la cara. 😂
Hasta ahí, todo controlado. Pero cuando se iban… ¡se paran a hablar!
Como si nada hubiera pasado. Como si no supieran. Como si nunca hubiera existido dolor.
Y ahí empezó el hervidero por dentro.
Tocaba apretar los dientes para no decirles:
- ¿En serio me estáis vacilando?
- ¿Por qué me habláis si sabéis lo que pasó?
- Yo os atendí porque estaba trabajando, no porque quisiera.
- No quiero que me saludéis ni a mí, ni a mis hijos, ni a mi marido.
Apreté los dientes para no montar un escándalo en la cafetería, para no incomodar a mi familia, para proteger a mis hijos.
Y esa fue la razón por la que aguanté el chaparrón.
Eso sí… al día siguiente ya sabéis quién no se movía, ¿verdad?
Yo!
Prometo no tardar tanto en escribir.
Gracias, como siempre, por estar ahí!
Mi libro: https://amzn.eu/d/1EXn0jK
Mi sección en “autorretrato de una mujer cualquiera” Detrás de una Sonrisa | Autorretrato de una Mujer Cualquiera