Mi padre fue un hombre que tuvo que emigrar con mi madre para poder construir nuestra casa a base de mucho trabajo por parte de ambos.
Recuerdo la primera parte de mi infancia, como una etapa preciosa, vivíamos en un estudio y mi cama estaba en una esquina del salón, no teníamos grandes cosas ni nos permitÍamos ningún tipo de lujo porque todo lo que se ganaba era para mandar a España y acabar nuestra casa. Pero en casa se respiraba unión, amor, cariño, felicidad y lucha por un objetivo común, en definitiva familia.
Pero todo esto se vino abajo cuando a mi padre le diagnosticaron una enfermedad que le impedía seguir con su vida laboral, era un hombre joven y levantarse todos los días ir a pasear y ver a sus antiguos compañeros de trabajo en el día a día que él tenía antes le resultaba muy difícil así que decidimos que volvernos a casa, a España.
Cuando llegamos la casa no estaba finalizada del todo pero teníamos cuatro paredes para vivir y mis padres pensaron que irían haciendo poco a poco lo que faltaba.
Mi madre trabajaba como asistenta del hogar y mi padre se preocupaba de ver como iba la obra, contratar a los diferentes profesionales, pedir presupuestos… pero esa vida le sumió en una profunda depresión, para él debía de ser duro no poder ir a trabajar y ver como mi madre sí lo hacía teniendo en cuenta que había sido educado para que el hombre trajese el pan a casa y la mujer tenía se quedara en casa con los niños.
Esto hizo que su carácter cambiase completamente, estaba triste, de mal humor, enfadado consigo mismo y con la vida en general y por supuesto nunca fue a ningún psicólogo. Mi padre no estaba loco para qué iba a ir? Su personalidad se volvió completamente diferente y tenía puntos agresivos. Lógicamente toda esa frustración tenía que salir por algún sitio y él no sabía gestionarlo bien. Era otra época y si aún ahora acudir a una consulta de un psicólogo no está del todo aceptado en la sociedad imaginaos hace casi 40 años!.
Os cuento esto porque yo viví esa situación con mi madre y no quiero repetir con mis hijos o con mi marido los pasos de mi padre, no quiero que mi esclerosis envuelva a mi familia en un manto de angustia y de dolor por lo menos mientras pueda.
Es difícil y a veces cuesta horrores pero los veo y pienso que no puede ser, que tengo que intentar que esto afecte lo menos posible a mi familia mientras todavía pueda, es importante buscar una persona con la que poder desahogaros y que os dé ánimos.
En mi caso en mi mejor amiga desde el instituto, ella siempre me escucha y no deja que me regodee en el dolor o la desesperación, siempre consigue hacerme reír y hoy por ejemplo me levanté de la cama después de no haber descansado prácticamente nada, no sé ni como logré hacerlo! Preparé a los 2 peques para ir al cole y recibí un whatsapp suyo diciéndome que iba a ser tía porque su hermana está de parto y eso me recordó que la vida sigue y que tiene momentos como este, preciosos y de inmensa felicidad así que me puse a hacer un “montón” de cosas en casa atrapada por la felicidad de una de mis mejores amigas o como yo le digo mi hermana de adopción. Probablemente por la tarde tenga que estar en cama por haber “forzado la máquina” esta mañana pero bueno… es lo que hay!
Así que si me lo permitís os voy a dar un pequeño consejo, agarraos a cualquier cosa que os haga sentir bien a lo largo del día, un café, un beso, cualquier cosa! Esto lo aprendí después de un momento de mi vida completamente negro! No encontraba luz por ningún lado! y estaba totalmente sola! y no es una forma de hablar os puedo asegurar que es literal! Y en esos momentos, sale nuestro instinto de supervivencia de repente! y entonces me dí cuenta de que o veía lo positivo en las pequeñas cosas o no iba a salir adelante jamás! y de ahí saqué la frase de “hay que ver el lado positivo de las cosas, y si no lo encuentras, te lo inventas! Y sí, no me da vergüenza decir que muchas veces tuve que inventarlos! sobre todo al principio! pero después, conforme vas encontrando pequeños momentos se va volviendo más fácil detectarlos y parece que van apareciendo más..
Aprender a ver los momentos agradables de nuestro día a día y no centrarnos en los regulares o en como nos gustaría que fueran ayuda! y mucho! así que lo recomiendo a todo el mundo!
Venga! escribidme momentos de vuestro día que os hagan sentir bien por pequeños que sean! Os leo!
@mamaconesclerosis.