Buenos días compis!! Hoy es sábado blog!! Espero que lo hayáis echado de menos aunque solamente sea un poquito!
El verano pasado con la ola de calor fue muy duro para mí, y, a finales de verano tuve un brote que me dejó en cama una semana con esa niebla mental o brain fog que no te permite pensar en absolutamente nada!.
Así que este verano estaba un poco a la expectativa en cuanto a los síntomas y en cuanto a cómo iba a poder llevarlo yo.
Desde luego el verano sin ola de calor es otra cosa muy diferente y más aún si vives en Galicia.
Básicamente este verano he sentido que la fatiga se acentuaba mucho con el calor, tanto la física como la mental, he notado que la fatiga mental me hacía mucho más difícil una conversación porque en mitad de ella me perdía o porque quería decir una palabra y me salía otra completamente diferente que no tenía nada que ver con lo que yo estaba pensando en ese momento.
Los vértigos y la inestabilidad se acentuaron también. Me llevó unos días acostumbrarme a pisar el suelo irregular del camping donde estuvimos, o la sensación de pisar arena todos los días y ahora que estoy en casa tengo que acostumbrarme de nuevo al suelo firme porque hace que de cadera para abajo me duela todo! Piernas, rodillas, tobillos y pies.
He notado también que mi cuerpo tiene su ritmo y no puedo forzar demasiado, en casa hago breves descansos durante el día y en el camping no lo hacía porque al acabar de comer me tomaba un café de inmediato para bajar a la playa y eso hacía que llegara a la cama tan cansada que no me daba tiempo ni a decir buenas noches.
He vuelto a confirmar que ir de camping en tienda de campaña me encanta y tiene algo de mágico para mí y cada año que puedo ir todavía con mi familia y mi tienda doy gracias por poder hacerlo!
Los chicos (mi marido y mis hijos) compraron una canoa (de estas que tienen remos) y estaban entusiasmados con la idea de poder conquistar el mar juntos. “Cariño, intentamos ver si puedes venir con nosotros? a la mínima nos lo dices y paramos”
Yo, al ver sus caritas de ilusión no pude decirles que no, pero estaba aterrorizada. Sinceramente un brote con vértigos me asusta mucho!
Pero lo conseguí!!!!! la canoa tiene un suelo firme con lo cual eso me ayudaba a tener la sensación de pisar algo firme cosa que para mí es fundamental y nos lanzamos al mar los 4! La primera vez fue todo perfecto!! no me lo creía!! cuando alguna embarcación pasaba relativamente cerca se formaban pequeñas olas que sí que me hacían sentirme peor pero era un ratito y seguíamos! y cuando llegamos a la playa mi marido me decía que me cogiera de su mano para bajar pero yo necesitaba ir poquito a poco y agarrarme a la canoa para bajar y ¡cataplof! me caí en la orilla de culo! Me dió tal ataque de risa que no podía levantarme! Ahora sí! Estaba siendo todo demasiado normal! Ahora sí puedo decir que he ido en canoa!
Y a los pocos días de estar en el camping, estando en el cuarto de baño escucho a alguien pronunciar con sorpresa mi nombre (a ver quien coño es! pensé) y cuando me incorporé, era una prima mía a la que hacía más de veinte años que no veía!. Nos abrazamos fuerte! Ella también estaba en el camping con su marido y sus dos peques! Genial! nos dijimos nos vamos viendo estos días!
y el último día comimos unos bocatas juntas en la playa con nuestros maridos charlando entre ellos y nuestros peques jugando juntos. Los que habéis leído mi libro “Detrás de una sonrisa” entenderéis perfectamente todo lo que eso significa para mí! Fue sin duda el broche final perfecto para esos días de vacaciones!
Gracias siempre por leerme!!. besos!!