Cómo ya comenté, soy una persona positiva por decisión e intento sobrellevar mejor las situaciones a base de humor. Y tengo la sensación de que a veces este “sentido del humor” puede hacer que parezca que le resto importancia a la esclerosis múltiple y os aseguro que no es así. Por eso quiero hoy escribir exactamente en qué me afecta la esclerosis a mí personalmente.
A nivel cognitivo me ha afectado en diferentes aspectos:
- Memoria: tengo una falta de memoria importante. Si os soy sincera esto me pasaba antes desde que fuí diagnosticada de shock postraumático a raíz de mi “relación” en la que tuve violencia de género, pero desde que tengo esclerosis múltiple esto se acentuó mucho. Soy como esos abuelit@s a los que le preguntas qué comieron ayer y no tienen ni idea pero les preguntas algo de su infancia y lo recuerdan, con la diferencia de que yo estoy rozando los 40 pero aún no los tengo.
- Capacidad de atención: No puedo atender a dos cosas a la vez. Si yo estoy pensando en que puedo hacer de cenar y alguien viene y me hace una pregunta me quedo como en blanco y ya no soy capaz ni de pensar en la cena ni de responder a la pregunta que me acaban de hacer. Me quedo en modo off por unos segundos y tengo que ir parte a parte. Esto con el papel de madre de un hijo que habla como una cotorra y de otro que es un pequeño explorador complica mucho la cosa y hace que en cuanto los acueste ya no tenga la cabeza para pensar en absolutamente nada o que a media tarde tenga que recurrir a mi marido por que estoy completamente bloqueada, con el consiguiente sentimiento de culpa por no poder estar con ellos y necesitar “huír de ellos”.
- Fatiga: La fatiga es el pan de cada día pero si aún encima has pasado mala noche y no has descansado, has tenido pesadillas etc.. entonces todo lo anterior y lo que vendrá a continuación se verá multiplicado por mil.
- Incapacidad para reaccionar en momentos de “tensión” o de “peligro”. Un momento de “tensión” puede ser una rabieta de mi hijo de 3 años, es decir una situación muy habitual en todas las casas y para todas las madres y un momento de “peligro” puede ser que después de bañar a los peques el suelo del baño esté mojado y mi hijo de 3 años vaya corriendo al baño y pueda resbalar, otra situación más que común. Es decir, que si me pongo mínimamente nerviosa o preocupada todo vuelve a multiplicarse de nuevo!
A nivel físico la cosa también ha cambiado:
- Ya os he hablado de la sensación de vértigo, de inestabilidad o de “borrachera” como digo yo continua. Esta sensación si estoy en mi casa en un día bueno la voy controlando pero al salir de mi espacio de seguridad se acentúa mucho.
- Al tener que estar controlando esa inestabilidad y esa sensación de vértigo esto me origina contracturas por todo el cuerpo cosa que con la fibromialgia ya tenía y tengo que recurrir a mi fisioterapeuta para que me deshaga esas contracturas para poder a volver a almacenar otras nuevas.
- Las manos se me quedan agarrotadas y me duelen.
- He ido perdiendo la fuerza en la pierna derecha. A veces, cuando estoy de pie de repente me falla la rodilla y la pierna me pierde fuerza.
- Empiezo a tener pequeñas fugas de gotitas de orina pero tengo que ir al urólogo todavía osea que espero poder poner algún tipo de solución.
- Y los tobillos me duelen sobremanera porque estar todo el día aguantando el equilibrio y por lo tanto haciendo fuerza es para la mejor bailarina de ballet!
Entonces, ¿qué hago? me meto en la cama y me derrumbo o intento reirme un poco de la situación aun teniendo que tirar de humor negro para que mi familia y yo lo llevemos mejor?
Voy a tener que convivir con esto de todas todas.
Os leo a todos! y os envío un abrazo lleno de cariño.
mamaconesclerosis.