Cuando empecé a escribir “Detrás de mi sonrisa” tenía que buscar un nombre para mí y para todas las personas que habían estado en mi entorno o que todavía lo estaban.
Si yo le doy tanta importancia a mi privacidad no puedo exponer a los demás! Sería ilógico, además de injusto!
Los que ya habéis comprado mi libro en Amazon sabéis que Sara es una persona muy importante en mi historia y en mi vida.
Dicen que para ser escritor o escritora es necesario tener vocabulario para poder escribir mejor y no utilizar siempre las mismas palabras.
Y a día de hoy, y tras haber publicado mi primer libro todavía no sé describirla a ella… es mucho más que amiga, mucho más que familia… es Sara.
Cuando tuve que buscar un nombre para hablar de ella, el nombre de Sara me vino automáticamente a la cabeza! Cuando era pequeña y jugaba a las barbies esperando a que mis padres llegaran a casa, siempre había una Sara jugando conmigo! Siempre había una barbie, una muñeca o incluso una amiga o hermana imaginaria que tenía ese nombre. Así que cuando me vino a la cabeza, lo tuve claro! Tenía que llamarla así!
Mi cerebro chispeante tiene estas cosas! Puede “chispear” y hacer que no sea capaz ni de seguir una conversación acerca del tiempo o a veces me sorprende con estos chispazos que tienen forma de buena idea y pienso “ves, eres una crack!!” jajaja.
Esto que me pasó con el nombre de Sara me pasó con el 95% de los nombres. Todos tienen un porqué!
Estoy deseando que me digáis qué os ha parecido mi libro! y si es que os ha hecho reflexionar sobre alguna cosa en concreto!
Muchas gracias por estar ahí! y por seguir leyéndome! Ahora sabréis la importancia que tiene para mí tener voz propia! y poder escribir con libertad!